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En México, cada año se realiza un peregrinaje que refleja la adoración a la Virgen de Talpa.
Son dos millones de mexicanos los que realizan la ya famosa Ruta del Peregrino en Jalisco,
un viaje religioso de 117 kilómetros que se realiza desde el Siglo XVII y que representa un
acto de fe en nuestra cultura. Sin embargo, fue hasta el año 2010 cuando el gobierno de
Jalisco reunió arquitectos mexicanos y de otros países para que realizaran algunas
intervenciones a lo largo de esta ruta, esto para proporcionar a la ruta mejores condiciones
para los peregrinos y maximizar el beneficio social y económico para la zona.
Fueron nueve las oficinas de arquitectura que colaboraron en la construcción de
siete hitos arquitectónicos. El plan maestro, diseñado por Tatiana Bilbao, Derek Dellekamp
y Rozana Montiel, consiste en un corredor ecológico con infraestructura y piezas
arquitectónicas icónicas que se suman al ritual religioso y permiten que la Ruta tenga un
flujo de visitantes más allá de lo religioso. Las nueve oficinas presentes fueron Luis Aldrete
Arquitectos, Tatiana Bilbao, Ai Weiwei (Fake Design), Christ & Gantenbein, Dellekamp
Arquitectos, Alejandro Aravena (Elemental), Godoylab, HHF Architects y Rozana Montiel
(Periférica).
ideas de personalidades con estilos diferentes, pero que al ser unidas permiten una
combinación de elegancia y misticismo. Podemos hablar, por ejemplo, del Santuario
Estanzuela, diseñado por el famoso artista Ai weiwei. Es una estructura tallada en el paisaje
-como un muelle de piedra lineal- que obstruye y redirige a los visitantes para que
experimenten la ubicación inmediata, pues se eleva desde el paisaje para crear una
plataforma con vista a las montañas de Jalisco. Esta estructura comienza sumergida en el
extremo norte, una estructura de piedra apilada se eleva al nivel del suelo para encontrarse
perpendicularmente con la ruta serpenteante, y continúa elevándose sobre el terreno hacia
el extremo sur. Unificando los extremos opuestos, un banco continuo se extiende a lo largo
de los muros limítrofes para crear intimidad, refugio y apertura a lo largo de un solo eje.
Alrededor de este plan maestro los arquitectos involucrados buscaron, a partir de
nuevas tendencias, permitir una experiencia espiritual que esté directamente relacionada
con una percepción física y espacial inmediata.
